¿Por qué haces esto? ¿Por qué te pones a escribir, cuando en realidad sólo buscas consuelo? ¿Por qué ahuyentas del camino, a patadas, todas las piedras que tus enemigos te tiraron?
Escucha: yo no te cuestiono. Tampoco te critico. Solamente espero. Mis preguntas van del altavoz hacia adentro, no del altavoz hacia afuera. En cambio, de tu garganta salen acusaciones que nadie entiende.
¿Por qué preferiste jugar tanto en lugar de alegrarme la vida? ¿Por qué intentaste sacar brillo a tus huesos mientras era mi sangre la que cambiaba de color? Una vez fuiste donde yo estaba y empezaste a juzgarme, y eso lo hacías cuando todo había vuelto a empezar. Yo iba por un sitio, tú por otro, y cuando todo volvió a empezar subsanaste el problema como el fontanero que hace correr el agua por las tuberías.
Me he inspirado en ti para perder la cabeza. Me he entusiasmado contigo cuando veía números por todas partes. He aguantado sensaciones negativas y las he convertido en explicaciones para justificar la vida.
Cuando escribo en papel amarillo se abre la puerta, la cassette se detiene porque ha llegado al final, toda la cinta queda ahora a la izquierda, y todo sigue y sigue y sigue. Sigue. Emociona. Arrastra.
Escucha: yo no te cuestiono. Tampoco te critico. Solamente espero. Mis preguntas van del altavoz hacia adentro, no del altavoz hacia afuera. En cambio, de tu garganta salen acusaciones que nadie entiende.
¿Por qué preferiste jugar tanto en lugar de alegrarme la vida? ¿Por qué intentaste sacar brillo a tus huesos mientras era mi sangre la que cambiaba de color? Una vez fuiste donde yo estaba y empezaste a juzgarme, y eso lo hacías cuando todo había vuelto a empezar. Yo iba por un sitio, tú por otro, y cuando todo volvió a empezar subsanaste el problema como el fontanero que hace correr el agua por las tuberías.
Me he inspirado en ti para perder la cabeza. Me he entusiasmado contigo cuando veía números por todas partes. He aguantado sensaciones negativas y las he convertido en explicaciones para justificar la vida.
Cuando escribo en papel amarillo se abre la puerta, la cassette se detiene porque ha llegado al final, toda la cinta queda ahora a la izquierda, y todo sigue y sigue y sigue. Sigue. Emociona. Arrastra.